Un día es un
evento repetido, pero fuerte. Es una expresión del tiempo que creemos conocer.
Solemos pensar que llega un nuevo día, cuando es lo contrario, nosotros
llegamos a él. De ahí viene la idea súper optimista de pensar en que cada día
tenemos la oportunidad de hacer algo, una cosa que nos guste o que tengamos que
llevar a cabo por obligación. En realidad, lo que cuenta es el instante, el
pequeño lapso de tiempo que ignoramos al esperar al día siguiente.
Porque eso
pasa, esperamos al día siguiente para emprender algo, porque suena más exacto,
cuando en realidad no lo es. Nunca habrá un momento perfecto para comenzar
algo, no es necesario un amanecer o un rayo de sol que ni siquiera es nuevo
(tiene millones de años sin parar). Pero aun así, a pesar de todo, el mundo
seguirá esperando al día siguiente. Somos perseguidores inconscientes de una
exactitud que no existe e igual sigue siendo interesante pensar que cada
día, es un lienzo para ejecutar ideas. Esto, es mejor que nada.
Imagen: http://goo.gl/RcVyiL
No hay comentarios:
Publicar un comentario